Publicado en A partir de 10 años

La ladrona de contraseñas. Capítulo 6

CAPÍTULO 6

—¿Puedes bajar?

—¿Andrés? —el portero automático se oía regular.

—El mismo Ruth. Necesito hablar contigo.

Tal y como esperaba tardó casi veinte minutos en bajar.

En realidad Ruth no sabía que ponerse: vaqueros, falda, vestido, mono… <<maldito entretiempo>> protestaba, <<No sé qué ponerme>>.

—¿Qué hacías? ¡Ya me iba!

Andrés estaba molesto, y para más irritación Ruth ni se disculpó.

—¿Qué quieres? —dijo Ruth aparentando indiferencia.

—Tenemos que hablar de las cuentas que has robado.

—¿Me estás acusando? Yo no he robado nada —Aunque aparentaba seguridad, la voz de Ruth temblabala un poco.

—¿No? Pues díselo a Ricardo que te quiere denunciar y lo hemos evitado por los pelos.

Ruth se había quedado blanca y ya no disimulaba.

—¿Y cómo se ha enterado ese?

—Porque se lo he dicho yo.

Ruth agachó la cabeza, iba a llorar de rabia. Era lamentable, justo el chico que le gustaba la delataba con el chico que odiaba.

Andrés se dio cuenta.

De pronto Ruth levantó la cabeza echando chispas:

—¿Y cómo te has enterado tú?

cute kid boy and girl fight and argue

—¿Eso importa? ¡Tú has robado cuentas! —la paciencia de Andrés se estaba agotando.

—¡Ah! Ya entiendo, ha sido la odiosa de mi prima. Pues dile que se olvide de su zoom, también se lo he robado.

—Eres tan… tan… —Andrés no encontraba la palabra. Se estaba poniendo rojo por el enfado que sentía —Da igual, Marta ya ha recuperado su cuenta y su correo.

—¡Eso es imposible!

—Compruébalo tú y cuando lo hagas, me llamas. Tienes una semana para pedir perdón a todos y prometer no hacerlo nunca más, o Ricardo irá a la policía.

—¡Cuéntame otra, anda!

Andrés apretó los puños y decidió irse dejándola con la palabra en la boca.

—¡Oye tú! ¡Que no he terminado! ¡OYEEEE!

Pero Andrés continuó dándole la espalda y se alejó.

Entonces Ruth tragó saliva y subió a su casa a toda velocidad sin esperar el ascensor.

En cuanto llegó, se dio cuenta de que Marta ya había cambiado sus contraseñas. No podía ser, comprobó las demás cuentas y también habían sido recuperadas por sus dueños.

—¡ES IMPOSIBLEEE! Mi prima no sabe donde escondo mi libreta y jamás metería su mano en el territorio de Cleopatra.

Pero sí debía haberlo hecho, pensó después. Porque todas las cuentas habían sido devueltas a sus dueños. Estaba en un serio problema.

Esa noche y la siguiente no pudo dormir.

Era menor de edad, pero el peso de la Ley caería sobre ella y su madre embarazada… Tenía que haberlo pensado mejor antes de robar aquellas cuentas.

—Cleopatra, ¿qué hago ahora? —la tarántula caminaba lentamente por su mano hacia el antebrazo.

Dejó a su mascota en el terrario con mucho cuidado, respiró profundamente y llamó a Andrés.

Continuará…

Autor:

Hola, me llamo Clara y soy la autora de http://clarabelen.com donde hago manualidades 🖍para niños y no tan niños y también podéis encontrarme en Facebook como Inspirateconclara (todo junto) o también en Instagram en @claraysuscuentos 🤗 Me encanta escribir y contar historias, 📝 sobre todo si son de fantasía y ganan los buenos.🧞‍♂️ Otra de mis aficiones es pintar y crear pasatiempos (para mí los mejores son los de encontrar 8 diferencias).🧚 No me gustan las películas de zombis, me ponen nerviosa, pero me encantan las de superhéroes y superheroínas. También podéis leer cuentos míos en https://relatos.clarabelen.com

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