HAY ALGO MÁS
Cuando Marta bajó para tirar la basura, se encontró con Lola, la hermana mayor de Pedro, justo al salir del ascensor, en el portal. Esta era su oportunidad. No sabía por donde empezar y se limitó a carraspear un poco.
—Hola, Marta, quería hablar contigo un momento. —las palabras de Lola pillaron a Marta desprevenida.
Marta dejó caer la bolsa de basura al suelo. No se esperaba que la hermana de Pedro fuera la que quisiera hablar con ella.
—Hola, Lola, yo también quería… —Marta se agachó a recoger la bolsa sin terminar la frase.
Pero Lola comenzó a hablar sin escucharla:
—Verás, estoy preocupada por mi hermano, lleva hoy toda la tarde enfadado y no es normal en él. ¿Sabes si ha pasado algo en la escuela?
Marta no quería precipitarse y meter la pata.
—Ummm… por lo visto… ha ocurrido algo… pero no tengo mucha información y tu hermano ahora no quiere hablar con nadie.
—Entiendo, ante todo eres su amiga —dijo Lola mientras sonreía con cariño.
Marta miró sus zapatos.
—¿Y qué puedes contarme sin traicionar vuestra amistad? —preguntó la hermana de Pedro con delicadeza.
Marta alzó la vista y vio que Lola la miraba fijamente.
—Pues que… ocurre algo con un pintalabios, pero él no quiere contar nada.
—¿Un pintalabios? —Lola parecía estar muy interesada en ese detalle.
—Sí, un pintalabios que yo misma le di, porque era muy parecido al que él estaba buscando, pero no tengo ni idea de para qué lo quiere —explicó Marta.
—Lo sé, él me contó que ese pintalabios se lo habías dado tú —afirmó Lola.
—¿Tú lo sabías entonces? —preguntó Marta con una expresión de incredulidad.
—¡Claro!, ese pintalabios lo buscábamos los dos y yo iba a comprarlo, pero él me dijo que el tuyo era del color que buscábamos. El problema es que hoy no me habla y me preocupa que algo le ocurra —aclaró Lola.
—¿Y puedo preguntarte para qué queréis el pintalabios? —Marta había preguntado casi de forma automática.
—¿Y yo puedo preguntarte qué le ha ocurrido a mi hermano en el colegio?
Marta guardó silencio unos segundos.

Pedro que estaba triste y quería ayudarlo.
—Verás, Lola, si tu hermano no te lo ha contado, debe ser porque quiere resolverlo solo y quiere evitar que vayáis a hablar con la profesora y yo lo comprendo. Solo puedo decirte que se ha malinterpretado que llevara un pintalabios en el bolsillo. —Marta cuidó cada palabra para que no se le escapara nada sobre Ruth o el director del colegio.
—Lo sospechaba desde que me nombraste el pintalabios —aseguró Lola—, además, he quedado hoy con él en las escaleras del colegio porque queríamos hacer unas pruebas con el pintalabios para una cosa que no puedo contarte, y Pedro no ha aparecido. No es normal que me deje plantada.
—Siento no poder contarte más yo tampoco—se disculpó Marta.
—No te preocupes, sé que mi hermano tiene buenos amigos y que lo estáis ayudando de alguna manera.—Lola le guiñó un ojo.
Marta no dijo nada, solo sonrió.
—Si esperas un momento, te traigo algo que te ayudará a averiguar el motivo por el que necesitamos el pintalabios, así te ayudaré a descifrar este enigma sin faltar a nuestra promesa de no contárselo a nadie —dijo Lola, mientras se alejaba y dejaba a Marta intrigada en el portal.
Continuará…
Me gusta cómo resuelven ayudarse sin faltar a la promesa.
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