Publicado en A partir de 6 años, Cuento, Poesía

La pestaña perdida

Iris y Aro lloraban en el prado.

—¿Qué os ha pasado?—

La verruga Verru

preocupada preguntaba.

Que una pestaña ha volado

y no la encontramos.

—No os preocupéis, ya nacerá

otra pestaña tan pesada

como una castaña.

¡Queremos nuestra pestaña!

¡Sin ella no somos nada!

¡¡¡Dejad de llorar!!!

¡¡¡Dejad de buscar!!!

que otra pestaña nacerá

La verruga Verru algo ocultaba

mas una brisa sopló y la hizo

estornudar.

¡Atchis!

La verruga Verru también perdió su pelo, que era la pestaña perdida de Iris y Aro

Un pelo de la verruga de Verru

salió disparada,

mas resultó ser la pestaña

de Iris y Aro,

y tan rizada.

Autora: María José Vicente Rodríguez

Publicado en A partir de 16 años

Río. Capítulo 5 . La profecía

―Una profecía ―repitió Río con desdén―.  No soy tan importante para que las brujas me incluyan entre sus profecías. ―Dio por concluida la conversación y se dispuso a retomar su carrera. No tenía tiempo que perder, escuchaba los latidos del reloj como tronaban en su cerebro.

            La mujer de cabellos azules y ojos de la misma tonalidad le franqueó el paso para que no siguiera adelante.

            ―No puedes ir. La profe…

            ―La profecía ―le cortó Río con aspereza. Buscó un hueco para pasar entre ambas, pero sus movimientos eran ágiles y rápidos y se anteponían a sus intenciones. Recordó que podían leer el pensamiento e intentó dejar la mente en blanco y que su cuerpo guiara sus acciones, pero tampoco funcionó. ―¡Dejadme pasar! ¡No tengo tiempo para juegos!

            ―No. ―Aquella negativa sonó desde dentro de la mujer de los cabellos azules con tal fuerza que simuló a un trueno. Varias bandadas de pájaros levantaron el vuelo desde distintas zonas del bosque y empezaron a danzar sobre sus cabezas de forma circular en un ritmo de velocidad ascendente.

            ―¿De qué vas? No puede impedirme ir, no eres mi madr…

            ―Sí, lo soy, sabes que lo soy.

            ―Los lazos de sal y sangre no significan nada para mí. Mi madre es Erin Mayer, la señora que ha velado por mí desde que nací. Me abandonaste, me dejaste a manos de un ser espeluznante para que me dejara en la puerta de un orfanato. Ni tan siquiera te molestaste en llevarme tú. No vengas, a estas alturas a hacer de madre. ¡Madre de quien! ¡Márchate, lárgate de aquí, esta es mi casa y voy a cuidar de ella!

            La mujer de los cabellos azules escuchó a Río midiendo su expresión corporal, sus gestos. Estaba convencida que aquella explosión de emociones era una mera estratagema para pillarla desprevenida. Así fue. No tardó en llegar el tercer intento de cruzar. Esta vez no se anduvo por las ramas y le lanzó una cuerda de agua alrededor del cuello que se solidificó en contacto con la piel de Río. La muchacha zarandeó para liberarse de las ataduras hasta que acabó sentada en el suelo.

Río aprovechó unos minutos para estudiar a sus contrincantes. Físicamente, se apreciaba que la mujer de cabellos azules y Río eran dos gotas de agua del mismo caudal con distinto años de origen. Río no tuvo ninguna duda. Aquella mujer o ser femenino era de su misma especie y era su madre.  A pesar de que nunca antes la había visto y ni siquiera sabía de qué especie eran. El otro ser parecía de la misma edad que Río, pero tuvo ciertas dudas de que así fuera. Había estudiado con Nini algunos seres no humanos que poseían una gran longevidad y podía tratarse de alguno de ellos. Ambas podían contar con más años de sal y agua de los que aparentaban. La segunda mujer era rubia, con cabellos color del oro, ojos verdes y parecía recién salida de un libro de cuentos de hadas. Imaginó que pasaba horas peinándose el cabello en la orilla del río, canturreando y con pajaritos revoloteando a su alrededor. Sonrío por la ocurrencia y se lo reprochó así misma. No había tiempo. Las otras dos mujeres también sonrieron. Habían escuchado con total nitidez sus pensamientos.

―No soy un hada, aunque sí que me encanta peinarme en la orilla del río, me relaja después de un día largo. ―La mujer de cabellos azules le dirigió una mirada severa―. No te enfades conmigo. Ha salido a ti. O le das la información que necesita o será difícil que le impidas que acuda a la tragedia que se está fraguando. Somos Náyades, somos ninfas de agua dulce, ligadas al río Naydés. Tú también lo eres. Ese ser espeluznante que te entregó era Espectral. Lo hizo siguiendo las indicaciones de la profecía. Lo que está escrito, se cumplirá, lo quieras o no. No puede cambiarse, no debe cambiarse. Son puntos fijos en el tiempo. Intentar modificarlos puede ocasionar graves repercusiones tanto para ti como para el resto de seres que están llamados a cumplir su cometido. Si vas, cruzarás la línea de la muerte y puede que no regreses entre los vivos. Está escrito en la profecía. Cada acción, sus variantes y las consecuencias de cada una de las decisiones posibles. La naturaleza está muriendo, lo sabemos, debe hacerlo. O…

―¡Estáis locas! Está sucediendo ahora, se puede parar. Sois capaces de hacerlo y estáis aquí sin hacer nada, enfrascadas en una charla que no tiene sentido para darme largas. No os importan lo más mínimo los seres vivos del bosque.

―Lloramos su pena ―intervino la mujer de los cabellos azules.

―¿De qué les sirve vuestro llanto? ¡Soltadme!

Río se levantó del suelo y con un movimiento brusco rompió las ligaduras de hielo que la retenían. Cambió de estrategia, retrocedió varios metros y se impulsó por encima de sus cabezas e inició la carrera hacia su destino.

Si tenía que morir para salvar ese tramo del bosque que así fuera.

Imagen de portada: Andrea Obregón Mantecón

Imagen de texto: canva

Publicado en A partir de 14 años

RESEÑA DEL LIBRO ANTARES (María José Vicente Rodríguez)

TÍTULO: Antares

AUTOR: Francisco Díaz Valladares

AÑO DE EDICIÓN: 2012

EDITORIAL: Edelvives

Nº DE PÁGINAS: 208

EDAD RECOMENDADA: A partir de 14 años

Esta novela de narrativa juvenil obtuvo el XII Premio Alandar, en 2012. Antares es un libro de lectura ágil con una temática que te atrapa desde las primeras líneas, una aventura en alta mar donde se lucha contra el mar y las tormentas y, quién sabe, que otros peligros te encontrarás. Es una novela de escenas rápidas y con abundantes descripciones que te sumergen en la trama. Te adentrarás en el barco como un miembro más de la tripulación, sufriendo todos los peligros que ocurren.

Los personajes van evolucionando con respecto a la trama, resolviendo de forma satisfactoria los peligros que van sucediendo uno tras otro. Te encontrarás a Keka, la protagonista y a su tripulación, formada por seis hombres.

Keka, una joven de casi quince años, nieta e hija de marinos, nos introduce en la narración con la frescura de una adolescente. Nos cuenta una aventura vivida de primera mano en diecinueve capítulos. Son capítulos cortos y tiene un glosario final donde puedes consultar la terminología naviera que se utiliza en la novela.

«Las bombas de achique siguen funcionando bien y estamos logrando mantener a raya la vía de agua, pero uno de los motores ha empezado a darnos problemas».

El padre de Keka, el capitán Moíños, es el patrón de un remolcador de altura, el Antares, de la Autoridad Portuaria de Algeciras. Él debe salir con su tripulación para rescatar a un pesquero que está en apuros. Keka, decide hacer novillos del instituto para despedirse del padre y, de camino, ver al chico que le gusta, Abdú. Cuando llega al Antares no hay nadie y se cuela en el barco, quedándose dormida. Cuando despertó, había pasado unas horas y estaban en alta mar, lo que supondría un gran problema para el capitán, pues no estaba permitido que ninguna persona ajena a la tripulación estuviera en el barco.

De esta situación de partida, Keka realiza una serie de aprendizajes, que recuerdan a los aprendizajes de los héroes, como Ulises y Hércules. Muchas emociones afloran en esta travesía.

1º Aprendizaje: Toda acción tiene consecuencias

Cuando el capitán vio en su camarote a su hija, la preocupación lo invadió, pues debía responder a su trabajo y el tiempo empeoraría, con su hija allí, todo podía cambiar.

 «Me dolió verle apretar la mandíbula en aquel gesto de preocupación e impotencia. Todo por mi culpa”.

Keka siente culpabilidad, puso al padre en una encrucijada, pues si él daba la vuelta para dejarla en casa, muchas personas podían morir, por lo que consigue interiorizar que todo tiene unas consecuencias.

2º Aprendizaje: La importancia del trabajo en equipo.

Pronto empieza una tormenta y en poco tiempo se va haciendo cada vez más ruda.

«El Antares cabalgaba entre las olas (…) dirigiéndose hacia aquel brumoso y tétrico horizonte».

Keka descubre lo que es el miedo por lo que se avecina y por lo que están viviendo. Fue muy importante para ella ver cómo la tripulación se enfrenta a ello trabajando en equipo.

3º aprendizaje: Amor incondicional.

Suceden diferentes situaciones peligrosas en las que cada miembro de la tripulación es capaz de dar la vida por el otro. Aprenderá a sacar de ella la fuerza necesaria para luchar y proteger a los demás.

«La chica, el jefe de máquinas y cualquier miembro del barco deben acudir inmediatamente a la cabina de mando. Si dentro de un minuto no están aquí, empezaré a matar al resto de la tripulación. Y para que comprobéis que no hablo en broma, aquí tenéis una muestra».

4º Aprendizaje: Solidaridad.

Keka descubre la existencia de piratas que trafican con personas y conoce cómo viven los inmigrantes hacinados. Los buques Fantasmas transportan a cientos de personas inmigrantes que se juegan la vida para llegar a nuestro país.

“Mientras pasábamos, nos miraban con ojos aterrados (…) Nunca olvidaré la tristeza de aquellos rostros, la incertidumbre, la desesperanza”.

En definitiva, es una novela indispensable en tu biblioteca si eres una persona apasionada de la aventura. Es apropiada tanto para adultos como para jóvenes. Es de fácil lectura gracias al ritmo de los diálogos y la acción que se va produciendo. Es un libro que, a pesar de contar con vocabulario muy específico del mar, se entiende a la perfección. Me parece una novela muy bien escrita, con descripciones necesarias para entender bien la trama. Trata temas actuales y bien documentado.

Reseña realizada por: María José Vicente Rodríguez