Publicado en Cuento

LOS CUENTOS DE JORGE: 1 EL SUEÑO DE JORGE

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LOS CUENTOS DE JORGE: 1 EL SUEÑO DE JORGE

A mis nietos por el cariño y amor

que están viviendo.

Hoy vengo a relatar y que no se sonroje, el cuento de un simpático niño que se llama Jorge.

Tiene cinco años, luce un corto cabello rubito, y aunque es pequeñito, dentro del pecho, guarda un gran corazoncito. La carita del niño refleja gran felicidad cuando el amanecer comienza a despertar, entonces abre sus avispados ojitos y la mañana comienza a brillar con un color especial, que acaba de pintar con su cascabelera sonrisa. Se levanta de la cama, se lava la carita con agua y jabón, igual que don Pimpón, a continuación se perfuma con su colonia para en el cole oler como un rico melocotón, ¡Ay que niño más guapo! le piropea el espejo de su cuarto.

Antes de desayunar, a toda la familia tiene que besar, incluso a Nube, su perrita que mueve el rabito sin parar. Con mucha educación Jorge se sienta a la mesa, se coloca la servilleta porque se puede manchar y apoya bien la espalda por detrás. Se toma un vaso de zumo de sandía para pasar un buen día, porque si lo bebe de melocotón le dan cosquillas en el corazón… Jorge disfruta bebiendo su jugo mientras el sol la cara le acaricia y cuando le besa la brisa dice que le entra la risa de la tía Felisa.

Después de desayunar, de la mano de su hermanita, caminito al cole se les ve marchar, van jugando al corre que te pillo, van conjugando los verbos reír y cantar.

Le gusta el colegio porque le quieren mucho sus compañeros, juntos aprenden la lección, cantan, escriben con bolis y dibujan con lapiceros, se divierten mucho estudiando y en el recreo disfruta jugando.

Cuando vuelve al hogar, juega con su hermana, con su mamá y también con el papá. A Jorge, no solo le gusta jugar, también le chifla cantar y sobre todo, bailar. Ha ganado varios concursos de baile, ahora en el estudio del papá una canción empieza a grabar, habla de nubes de algodón, de un bello vals, de bailar, bailar y bailar con alguien muy especial, la canción habla del gran sueño que Jorge quiere realizar…

¡Silencio! Se concentra, cierra los ojitos, suena la música, y él se deja llevar por la melodía de un dulce vals… Un, dos, tres…un, dos, tres…al derecho, una vuelta y al revés, un, dos, tres…

Ya está deslizándose entre nubes de dulce algodón, un, dos, tres…un, dos, tres…con que sentimiento late su corazón… al compás del vals perfumado de amor.

¿Pero con quién está bailando Jorge? ¡Oh, no me lo puedo creer!

Pues sí, créetelo, ahora, en el cielo, bailando está con la pareja que tanto soñó. Lo consiguió por pedirlo de todo corazón, por eso la chispa de la magia saltó y su deseo se cumplió.

¿Pero con quién está bailando el bello vals?

¡Con quién va a ser, con su perrita Shiva!

Jorge la echaba tanto de menos… Shiva se fue poniendo viejita y sin saber cómo ni por qué, volando se marchó al cielo de los perritos, donde por el día desde una nube a Jorge siempre le sonreía y por la noche jugaba son las estrellitas. Desde entonces, el sueño de Jorge era bailar con Shiva, su perrita un dulce vals.

¡Cómo la adoraba!, era tan suave, tan cariñosa, tan tranquila, tan peludita, tan, tan, tan bonita.

Niño y perrita por el cielo riendo disfrutan del compás…un, dos, tres…un, dos, tres… ¡Pero que hermoso vals! El amor y el cariño hicieron que se cumpliera el sueño del niño.

Sigue Jorge con los ojitos cerrados, sigue con ella en tu sueño bailando…

¡Kikiriki! El día está aquí… Cumplí mi sueño -dice Jorge- hoy sí que sí, hoy sí que sí, me siento muy, muy, pero que muy feliz…

Autor, locutor y producción: Santiago Cerro el Gorrión de las Ondas.

Publicado en A partir de 6 años, Cuento

LOS CUENTOS DE LUCÍA:  1 LUCÍA Y LA LUCIÉRNAGA.

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LOS CUENTOS DE LUCÍA:  1 LUCÍA Y LA LUCIÉRNAGA

A los niños por la luz de la ilusión

¿Qué es la belleza?… Ver a la niña de espaldas frente al gran ventanal, contemplando las noches y dibujando estrellas en la oscuridad.

Lucía se llama la niña, tiene 8 años, luce una melena rubia envidiada por el oro y a la que el viento acaricia constantemente. Sí tuviéramos que definir a Lucía en una sola palabra, ésta sería simpatía.

Una noche, cuando llegó a su habitación para dormir algo presentía. Se acercó como siempre al ventanal para ir prendiendo las estrellas con su especial ritual. Según iba nombrando a cada una le lanzaba un beso al aire y así es como las estrellas poco a poco pintaban de brillibrilli la oscuridad.

Disfrutaba del momento prende estrellas, mientras su rostro se iluminaba y poco a poco con su pizpireta sonrisa se transformaba en una catarata de risas y alegría.

Esa noche sucedió que de repente, una estrella cayó rápidamente de la oscuridad yendo a chocar con el ventanal…

– ¡Oh, pero no puede ser que caiga una estrellita! -gritó Lucia muy asustadita.

Al ver que la estrellita seguía iluminada sin moverse del alfeizar, abrió la ventana y fue a curarla, entonces se dio cuenta que no era una estrella sino una fatigada luciérnaga. Ante este suceso, la niña trató en todo momento de reanimar al iluminado bichito, tomando en las manos con delicadeza a la luciérnaga la entró en su habitación. Lucía le dio agua y comenzó a iluminar con más intensidad.

-Antes de marchar un don mágico te quiero regalar. -dijo la luciérnaga- A partir de ahora en la mente de los animales vas a poder entrar, sentirás lo que ellos, no creas que este don no vale para nada, ya verás que es todo un privilegio y que de gran ayuda para todos será.

Al abrir la ventana una dulce brisa entró y la luciérnaga de un saltito desapreció de la habitación tomando rumbo a las estrellas volando con la rapidez de un avión.

Lucía se frotaba los ojos como para despertar de lo que creía sueño, pero vio que no pues estaba completamente despierta.

-No me puedo creer lo que ha pasado, ¿será verdad o es mi imaginación que lo ha inventado?

-Miauuuuu -contestó Rita su cariñosa gatita.

¿Contestó, me preguntáis? Sí contestó porque Lucía escuchó:

-Miauuu, no te lo has inventado Lucía. Miauuuu, claro que no.

Lucía que era muy curiosa. quizá por inquieta o quizá por su edad, quiso ver si el don regalado era mentira o verdad.

No supo como lo hizo, el caso es que sin palabras dialogó con Rita su cariñosa gatita y sin darse cuenta… sintió que estaba dentro de la gatita hablando con ella.

-Rita, como sabes un diente se me cayó ayer, estoy preocupada por si te has comido al Ratoncito Pérez que me tiene que venir a ver.

– ¡Ah eso sí que no! Jamás hago nada malo a los ratoncitos, para que te quedes tranquila a la puerta mágica de su casa te voy a llevar.

No podía ni creerlo, ella dentro de su gatita, ¡cómo le gustaba esa sensación!, porque mientras la michi andaba, Lucía iba viendo todo a través de los ojos de Rita. Así fue como llegó a un rincón de su habitación donde vio una pequeña y luminosa puerta con un buzoncito en el que se podía leer: RATONCITO PÉREZ DENTISTA. Rita le explicó que nadie puede ver esta puerta mágica porque la gente no mira con el corazón.

Después de estos inolvidables momentos, Lucía se metió en la cama con una especial alegría pues Rita le contó que con ese don que la luciérnaga la regaló, mil y una aventuras la quedaban por disfruta y que en cada una de ellas siempre a alguien iba a ayudar.

Así es que prepárate, pues Lucía, muy pronto sus historias nos va a traer…

Autor, locutor y producción: Santiago Cerro, el Gorrión de las Ondas.

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Publicado en A partir de 12 años, Cuento

Diario de un adolescente: El encuentro con la azul mirada.

Relato a partir de 12 años.

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Autor, locutor y producción: Santiago Cerro el Gorrión de las Ondas.

Diario de un adolescente: 1 El encuentro con la azul mirada.

Para los que están en la difícil edad

de tránsitos y dudas, lo mejor siempre,

el camino del medio sin lugar a dudas.

Mi nombre es Miguel, soy uno más de los proyectos en transición a hombre, uno de esos que llaman adolescentes. Vivo en la gran ciudad, en Madrid. Mi vida es, como la mis padres, como la de mis vecinos, como la de todos mis amigos… amanecer con la rutina de siempre, el hogar, el instituto, estar tirado, moverte, pararte y ya en la noche, cuando el día se acaba, pa la cama, así son mis horas, días y semanas. Abrir y cerrar los ojos mirando pero sin ver nada.

No me gustaba escribir, nunca me gustó, lo confieso, creo que se debe al hecho de haber estado siempre sobreprotegido, regalado, quizá porque todo lo antojado nunca me ha faltado. La verdad es que jamás me enseñaron el significado de la palabra esfuerzo.

Pero en una de mis rutinarias jornadas, la vida me cambió. Un momento mágico, fue el detonante de esta desbordada pasión que siento al dejar al papel acariciado de tinta, con palabras que plasman tatuajes de mis sentimientos. Nunca imaginé que la felicidad habitaría en un papel, un papel con dos vidas en él: las letras que nacen y la creación escrita que todos podemos leer.

¿Qué cómo fue el gran cambio? Pues la verdad, ni yo mismo lo sé. Aunque después de dar tantas vueltas en mi cabeza a la pregunta… Me quedo con dos palabras: VIDA y AMOR. 

Viajando al pretérito recuerdo que era un día de lluvia. Llegué con mi chupa roja de los Philadelphia completamente calada al instituto y subiendo las escaleras de la entrada, zas… un paraguas chocó con mi espalda, sonó el lamento durante el vuelo de un librito encuadernado en piel al caer, con gran rapidez me agaché a rescatarlo del charco donde se estaba ahogando.

Después de salvarle fui a entregárselo a la chica refugiada en un paraguas rojo pasión. Lentamente fue descubriéndose, y ante mí apareció el bello rostro de una chica rubia con unos ojos azules que de seguro el cielo los sigue envidiando

.-Oh gracias, que torpe soy te golpeé sin querer y se cayó mi tesoro, jajaja.

-No tiene importancia -le dije sonriendo, mirándome en sus hermosos ojos-. La culpa es mía que frene bruscamente.

Entonces el tiempo dejo de sonar, los sonidos pararon, y las gotas de lluvia parecían no mojar, es más, se transformaron en húmedas caricias.

-Mi nombre es Miguel, vengo a este instituto pero nunca te he visto por aquí. ¿Te apetece que charlemos?

-Claro que sí, perdona, no me he presentado, soy Sara, acabo de llegar a la ciudad y hoy es mi primer día de clase en este instituto, ¿te gusta leer, escribes por casualidad?

-No, la verdad que no leo nunca y escribir, uf no sabría ni como empezar -le dije con sinceridad.

En ese momento, mi vida se transformó totalmente. Comenzó mostrándome el libro recatado del charco (era su diario), me dijo cómo y por qué escribía. Que magia en sus frases, que verdades en tan sencillas palabras, fue tal el impacto que me quedé maravillado, como si estuviera en un dulce universo… Me enseñó como vivir más vidas, como disfrutar en la tinta de los personajes, me aficionó a la lectura, así, en un momento. También me regaló una pluma estilográfica, abrió su diario y me invito a escribir lo que sentía en ese instante. No sé cuantas hojas rellené, pero quizá fuesen mil, cien o diez… No recuerdo nada, sólo que sentí en el momento un fuerte sentimiento que superaba al amor. No me preguntes si fue largo o corto el tiempo, sí fueron minutos, horas o eternidades de reloj.

Cuando quise darme cuenta me desperté empapado en sudor en la cama de mi habitación. Mi madre abrió la puerta y subiendo la persiana me comentó:

-Que susto más grande he pasado, llevabas tres días en cama con una fiebre tan alta que hasta delirabas. Por cierto Miguel ¿quién es Sara?

Ya no sé que creer, el caso es que me levanté de un salto, fui a mi escritorio, saqué unos folios en blanco, la verdad es que no sabía el por qué, hasta que …al lado vi la pluma estilográfica, que Sara quizá en sueños me regalase. Y sin pensar en nada, la mente se me inundo de palabras, y escribí sin saber, y poco a poco fui sabiendo que las palabras se sienten, que nacen, se escriben y tienen vida también…

Autor, locutor y producción: Santiago Cerro el Gorrión de las Ondas.

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Publicado en A partir de 4 años

Nana, nanita

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Nana, nanita

A mi nieto, mi chiquitín,

mi fortuna, mi lindo porvenir.

Nana, nanita, nanita del corazón,

vienes a la vida frutita del amor.

Nana, nanita, nanita del nieto,

peinando canciones no estarás inquieto.

Nana, nanita, nanita mi amor,

cierra los ojitos y se apagará el sol.

Nana, nanita, nanita de papá,

jugarás con delfines y caballitos de mar.

Nana, nanita, nanita de mamá,

saltarás a la comba entre olas que vienen y van.

Nana, nanita, nanita mi amor,

cierra los ojitos y se apagará el sol.

Nana, nanita, nanita de melón,

besitos de canela, dulces nubes de algodón.

Nana, nanita, nanita mi pequeñín,

Que ya llegó la hora de irse a dormir.

Nana, nanita, nanita mi amor,

cierra los ojitos y se apagará el sol.

Autor y locutor: Santiago Cerro el gorrión de las Ondas.

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Publicado en Cuento

QUIQUIRICO, EL GALLITO DEL TÍO QUICO

QUIQUIRICO, EL GALLITO DEL TÍO QUICO

1 QUIQUIRICO SALE DEL CASCARÓN

A los peques por la luz de su sonrisa,

porque conjuguen la vida en presente perfecto

¡Chicos, chicos acercaos!… Hoy os quiero narrar el hermosísimo cuento de Quiquirico el gallito del tío Quico.

¿Qué quién es el tío Quico? El tío Quico es un hombre, ni alto ni bajo, pero eso sí, bastante majo. No es joven ni un anciano, no es gordo ni flaco y tampoco es feo ni guapo…

El tío Quico es un hombre como se debe de ser: cariñoso, sabio y generoso de la cabeza a los pies.

El tío Quico reside en las afueras de un pequeño pueblo, allá en medio del campo está porque tiene una granja de animales con un bonito hogar, también una verde huerta, un rosal, un granado y un ciruelo con una fuerte rama donde un columpio está colgando.

El tío Quico habita allí por amor a la tierra que de alimentos le provee, por amor a sus animales a los que cuida con cariño todos, todititos los días.

Los animalitos conviven en el corral en armonía y paz, compartiendo el pienso del comedero y el agua del bebedero.

Atentos chicos que el tío Quico a sus amigos nos va a presentar:

Esta es Inmaculada, la vaca que cuando come mermelada me da leche merengada y cuando quiere perder peso me da leche espesa para hacer ricos quesos.

Jugando en el barro está, Chancho, el cerdito, con ese cuerpecito que lo que le sobra de ancho le falta de altura porque es muy bajito.

La de la barbita y los cuernos chiquitos es la cabra Isabel, de chivita asistió muy poco a la escuela y lo único que pudo aprender del abecedario, fue la letra beeeeeee.

Aquellos dos son la pata Anabel y Torcuato el pato, blanca ella y blanco él. Siempre pateando al compás de su musical parpeo, cuaaa, cuaaa, cuaaa, juntos se les va viendo…

Licenciado se llama el pollino, porque cuando acaba por la tarde su curro, en la cuadra le gusta ponerse a leer novelas de burros.

Pero los animalitos preferidos del tío Quico son la gallinita Quiquirica (la mamá de Quiquirico) y su marido don Quiquiricón, el mejor gallo del corral y el más pintón que de Quiquirico el papa es. A Quiquirico todavía no lo he presentado porque vive dentro del huevito que empollando Quiquirica está, mientras Quiquiricón pica y pica, buscando en el fango algún gusanito para alimentar a la futura mamá del pollito Quiquirico.

Y fue en un día soleado, y en un lugar del granero, cuya ubicación no llego a recordar, aunque quizá fuese en aquel rinconcito, cuando un blanco huevito comenzó por dentro a sonar tac, tac, tac…

¡Qué maravilla, creo que dentro del huevo un ruido acaba de sonar! Crac, crac, crac…

¡Oh, oh… la cascara se acaba de quebrar! ¡Pero qué bonito, como asoma el piquito y como sale ya el pollito, tan lindo, tan amarillito!

Qué momento tan bonito el nacimiento de Quiquirico y que bello es el pollito con ese corto piquito, con sus patitas naranjitas, con sus chiquitas alitas, con esos alegres y chispeantes ojitos… Acaba de llegar al mundo nuestro aventurero, el más simpático de los pollitos, el más amarillito, este es nuestro Quiquirico.

Quiquirica, la mamá corriendo sale al corral, eufórica cacarea a los demás que su pollito ha nacido ya… Y en el corral se forma un gran revuelo por tan alegre noticia. Todos contentos se besan, abrazan y mientras tanto, los nuevos papás, no caben en sí de gozo al ver a su pollito tan lindo y hermoso…

Por ahora chicos, la historia la dejaremos aquí, porque para otros cuentos algo debemos de dejar. Ya os digo que con Quiquirico mucho disfrutaremos porque este pollito es un gran aventurero…

Autor y locutor: Santiago Cerro el Gorrión de las Ondas. 9-4-2023

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