Publicado en A partir de 10 años, Cuento

La suerte de la fea… (Por Ale Ledezma Lara)

Cartoon Illustration of Cute Little Girl in Fairy Costume for Fancy Ball

─Una chapita por aquí, una chapita por acá, un color rojo en los labios y ¡lista! ya puedo subir a mi escoba y surcar el cielo en busca de mi alma gemela, decía Bellota, una brujita muy despistada que hacía muchos siglos atrás estaba sola y buscaba en pantanos, cementerios, funerales y hasta en fiestas a aquél ser, brujo, fantasma o vampiro que pudiera disfrutar de las ricas pócimas que Bellota preparaba cada día a la hora de comer…

A decir verdad, nuestra brujita no era muy bonita que digamos, su cabello nunca se acomodaba de una forma en particular, por más que ella lo peinaba, le ponía agua, limón, baba de rana, todo lo que encontraba, pero su pelo, siempre se veía crispado y desarreglado. Su rostro estaba enmarcado por dos pequeños ojos que nunca miraban para el mismo lugar, uno se alejaba del otro de tal manera que parecía que veía en dos direcciones opuestas al mismo tiempo. Su larga nariz aguileña terminaba con un gran lunar negro por el que se asomaban tres enormes pelos que crecían sin cesar a pesar de las depilaciones laser que Bellota soportaba regularmente.

Sus coquetos labios en forma de rayita guardaban unos enormes dientes que sobresalían cuando ella hablaba o sonreía ¡y qué decir de su cuerpo! era muy pequeño e irregular, pues sus brazos y sus piernas siempre parecían más grandes de lo que debían ser… sin embargo, la actitud de Bellota era positiva cada día, se vestía con sus mejores garras y se maquillaba, limpiaba y enceraba su escoba y recorría el cielo  por entre las nubes en busca de su media naranja.

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Del otro lado del pueblo vivía Wendolyn, una bruja sumamente bonita, pero muy muy floja e irresponsable, a ella no le hacía falta el maquillaje, era bella desde que sus padres la recibieron de manos de Winston, el brujo jefe a cargo de todas las actividades de hechiceros y hechiceras de la región. Wendy, como todos la llamaban, había crecido llena de halagos y atenciones, así que no se esforzaba en nada, todo lo que necesitaba o deseaba lo conseguía con miradas y sonrisas, pero había algo que anhelaba y no había conseguido: el amor. Más de tres galanes la habían pretendido, un ogro, un elfo y un hombre lobo, pero todos se cansaron de cumplir los caprichos de Wendy y realizar las labores que a ella le correspondían como bruja, ellos debían hacer pócimas o encantamientos, ¡incluso tejer con hilos de arañas! esas no eran labores para ellos. Cazar, combatir y defender su región de posibles invasores eran labores masculinas exactamente diseñadas para ellos…   

El caso de Bellota era diferente, sus padres la rechazaron desde que llegó a sus vidas, así que decidieron dejarla en lo profundo del bosque… y ahí en medio de la oscuridad y el frío pudo sobrevivir gracias a una familia de cuervos que le enseñaron el valor de la unidad y la ayuda mutua… aprendió a trabajar y compartir con todos…esa rutina lejos de desanimarla la llevó a ser una bruja dadivosa y agradecida; compartía lo que tenía y no hacía distinción alguna, lo mismo obsequiaba su ración de cena a un lobo que su desayuno a un búho. Las numerosas historias de su buen corazón traspasaron las fronteras de su aldea y llegaron a oídos de un solterón muy codiciado llamado Lucas, él era un centauro muy afortunado en el poder y en el dinero, pero muy desdichado en el amor.

Al oír sobre la noble Bellota, decidió emprender el viaje y conocer a la brujita. Preparó todo lo necesario no sólo para la travesía, sino para organizar una fastuosa boda si Bellota le correspondía para ser su esposa; por increíble que parezca, Lucas se había enamorado de Bellota por la bondad y la belleza de su corazón, poco le importaba lo hermosa o fea que fuera en el exterior… Lucas había aprendido que lo más valioso de los seres y de las personas siempre está en el alma.

Wendy se quedó solterona y caprichosa para siempre, su belleza externa se marchitó y quedó en el olvido de todos, Bellota aceptó la propuesta de Lucas y reinaron sus aldeas con justicia y bondad, no cabe duda, la suerte de la fea… la bonita la desea.

Publicado en A partir de 10 años, Poesía

Me pierdo en la ternura de tu mirada (Poema Jazzz)

Me pierdo en la ternura de tu mirada,

mi alma se alegra al contemplar tu sonrisa,

la ligera caricia de tus manitas me acompaña,

escuchar tu voz es la dulce melodía

de la mar en calma.

Me pierdo en la ternura de tu mirada,

no hay tormenta que en tus bracitos

no encuentre la calma,

ni cansancio que valga cuando con un beso

me despiertas al llegar el alba.

Publicado en A partir de 10 años

Dieguito la lombriz Parte 1 (Cuento Jazzz)

Esta es la historia de Dieguito la lombriz.

Todo comenzó el día que la maestra le dijo a Dieguito que a un concurso de baile tenía que asistir, al oír la noticia, su pancita le empezó a crujir y al saber eso mucho miedo le hizo sentir pues a París tenían que ir.

Sus días se vistieron de gris, hasta había perdido las ganas de reír, los demás niños no entendían que pasaba, si Dieguito siempre era el niño más feliz.

Al día siguiente, preocupado por él, se acercó su amiguito Luis y le preguntó qué era lo que lo tenía así, fue entonces cuando Dieguito le contó que ser elegido para el concurso parecía un desliz…

—Vamos, no puedes estar así, de todos tú eres el mejor bailarín. — sonriendo le dijo Luis

—Debo confesarte que nunca aprendí a bailar “Twist”. — temeroso dijo Dieguito

Luis le sonrió y le dijo:

–Ya no te preocupes más iremos con mi tía Beatriz, ella es la mejor bailarina de Twist. —

Un ligero suspiro lanzó Dieguito y presuroso acompaño a Luis.

Al llegar con un gran beso los recibió la tía Beatriz. Luis le contó la historia de Dieguito.

—Ni se diga más y bailemos Twist. —chasqueando los dedos dijo la tía Beatriz.

Continuará…

Imagen y texto de mi autoria

Publicado en A partir de 12 años, Poesía

Vuela, vuela mariposa

Vuela, vuela mariposa,

no te poses en cualquier lugar,

extiende tus alas, ave graciosa,

no ves que es tu belleza

la que alegra mi andar.

Vuela, vuela mariposa,

no seas quisquillosa,

que a tu lado me siento dichosa

aunque la mañana se torne lluviosa.

Vuela, vuela mariposa,

no importa que se encele la rosa,

cuando juntas nos vea bailar,

que yo a tu lado

no quiero dejar de soñar.

Publicado en A partir de 6 años, Cuento

Un enorme regalo (Microcuento Jazzz)

Felipe es un niño

que además de ser hermoso,

es muy afortunado,

hasta su balcón ha llegado

un enorme regalo,

de elegantes alas azules

y su pecho de un bello anaranjado.

Es tanto su asombro

que un delicioso manjar

le ha preparado,

y en agradecimiento la bella ave

a su oído le ha susurrado…

“Niño de gran corazón,

tu gesto será recompensado,

en el jardín del Edén

ha florecido un jazmín blanco

que cuando percibas su aroma

te hará sentir el ser más amado,

tu alma tocará y por siempre

vivirás ilusionado”.

Publicado en Poesía

En mis sueños te encontré…(Poema Jazzz)

El olor a esperanza y vida llenaban poco a poco mis pulmones.

Tenías el mismo brillo de sus ojos,

a los que largas y rizadas pestañas custodiaban.

Con tus pequeñas manitas te aferrabas a mis dedos en señal de que nuestro amor sería eterno.

Una lágrima rodó por mi mejilla mientras tú con una sonrisa de valentía me vestías.

Tu papi que a lo lejos nos observaba, corrió y con amor nos abrazó.

Desde ese día algo en mí cambió y si algún día coincidimos, habrá una huella que nos guíe en el camino.

Publicado en A partir de 12 años

La Luna y la estrella (Poesía Jazzz)

Por fin llegó la tan esperada noche,

aquella estrella que un día se sintió la más pequeña, llegó al baile.

Hubo un profundo silencio, pues fue la luna quien vestía de gala,

la compañera de esa estrella quien no cabía de emoción,

sus ojos se llenaban de vida al compás de cada paso

y su brillo dibujaba una sonrisa que a todos hizo enmudecer.